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Ambientes de la Albufera de València

Lago

El lago de l'Albufera nos asombra hoy como ya lo hizo a los antiguos pobladores romanos o árabes. Ocupa prácticamente la misma superficie que la ciudad de Valencia entera (2.100 hectáreas) y sólo alcanza una profundidad máxima de 1,5 metros.

El agua de l'Albufera es dulce, ya que proviene de los arrozales que la rodean, que a su vez son alimentados por los ríos Júcar y Turia. El lago vierte sus aguas al mar a través de varias golas, canales artificiales controlados por compuertas, que atraviesan la Devesa que separa l'Albufera del Mediterráneo. Si bien es famosa entre los seres humanos, más popular aún es entre las aves. Miles de ellas la visitan anualmente dentro de sus rutas migratorias. Sus Matas, formadas por varias islas de vegetación y por los límites salvajes entre el lago y los arrozales, son un refugio sin igual donde descansar, alimentarse, buscar pareja o criar... Sin embargo, este tesoro de biodiversidad sufre la presión de vivir rodeada por una gran metrópoli de más de un millón y medio de habitantes. Sus aguas eutrofizadas no le permiten alcanzar su gigantesco potencial ecológico. Por ello los esfuerzos para protegerla y para mejorar la calidad y cantidad de agua que la alimenta se ven incrementados año a año. Si quieres saber más sobre l'Albufera aquí te aguardan más sorpresas...

L'Albufera desde el Mirador del Pujol

Orígenes Los últimos 50 años

Orígenes. Formación. 6.000 años de historia es mucho.

Muchos hemos oído hablar de su formación; cómo los ríos hace miles de años arrastraban materiales hasta el mar, cómo éste se encargaba de transportarlos con las corrientes y cómo los iba depositando hasta formar una barra o flecha de arena desde la desembocadura del río Turia hasta la montaña de Cullera, aislando un golfo marino y formando así l’Albufera original.

Si su origen es marino podríamos pensar que el agua aún es salada y, sin embargo, ahora es dulce. ¿Cómo ha sido este cambio? ¿Cómo era l’Albufera original? ¿Existían las islas de vegetación o Matas tal y como pueden observarse hoy? ¿Se cultivaba arroz? A poco que nos paremos a pensar son muchas las preguntas que nos surgen.

¡L’Albufera era una laguna más grande que lo que ocupa hoy en día todo el Parque Natural!

 Las orillas y las matas

A través de una abertura o gola natural, esta laguna estaba constantemente comunicada con el mar, por lo que el agua salada circulaba sin problemas. Esta Albufera salobre se mantiene hasta el siglo XVIII. Durante este tiempo los aprovechamientos que se hacían del lago y del bosque que la separaba del mar (la Devesa) eran la pesca, la caza, la sal (de las salinas situadas en la zona del Racó de l’Olla) y la ganadería que aprovechaba los pastos que rodeaban la laguna.

Poco a poco el cultivo del arroz se va imponiendo. Es a finales del siglo XVIII y sobre todo a lo largo del XIX, cuando este cultivo experimenta una gran expansión, ya que a través de la Acequia Real del Júcar llega mucha agua dulce para esta actividad agrícola. Aparecen las Matas, nombre local que se da a las orillas y a las islas del lago formadas por vegetación propia de agua dulce.

Debido al incremento de superficie dedicada al cultivo de arroz, la superficie del lago se reduce mediante aterramientos. En 1927, en el momento en que el Rey Alfonso XIII hace entrega del lago al pueblo de Valencia, l’Albufera tiene 3.114 hectáreas de las 30.000 que tenía en sus orígenes.

¿Cómo está ahora l’Albufera?; Es un parque natural, ¿no?

Aunque en dos párrafos se han descrito 6.000 años de historia, son los últimos 50 años los que han tenido una desastrosa incidencia en el Lago.

 Un detalle del lago

Los últimos 50 años.

Los años 1960 y 1970 son los tiempos oscuros de l'Albufera. Los núcleos urbanos y los polígonos industriales instalados a su alrededor crecen y vierten sus aguas residuales directamente al Lago. Por otro lado hay un aumento en el uso de plaguicidas y herbicidas en la agricultura de la zona. Todo esto conduce a que, en pocos años, l’Albufera pasa de gozar de unas aguas transparentes con una gran diversidad de plantas y animales, a tener un agua turbia de color verde (debido a la proliferación del fitoplacton) en la que han desaparecido las plantas acuáticas y un gran número de especies animales.

En estas condiciones nos encontramos l’Albufera cuando se declara Parque Natural, en 1986, junto a las 14.000 ha. de arrozales que lo rodean y la barra de arena (restinga) que lo separa del mar Mediterráneo.

En la actualidad, el sistema de depuración de aguas urbanas e industriales (depuradoras, colectores) está siendo mejorado para evitar que agua de mala calidad llegue a l’Albufera.

Al problema de la calidad del agua se suma el de la cantidad. No debemos olvidar que l’Albufera está al final de la Cuenca Hidrográfica del Júcar. El lago recibe los sobrantes de todos los usos que se hacen de los dos ríos que la alimentan. Y hablar de sobrantes es demasiado optimista cuando el agua nunca sobra y siempre falta.

La sustitución del riego tradicional por inundación o “a manta” por el riego localizado o “a goteo” en los campos regados con agua del río Júcar, ha supuesto una gran reducción en los aportes de agua de calidad que llegan al Parque Natural (en el riego localizado no hay excedentes de riego), sobretodo si consideramos que las aportaciones del Júcar a l’Albufera han representado, desde finales del S. XVIII hasta la década de 1980, más del 85% de todas las entradas al sistema.

L’Albufera necesita con urgencia que le llegue nuevamente agua de calidad (caudal ambiental) para volver a tener la transparencia y la diversidad que tuvo.

El Marjal

Hablar del marjal es hablar de los campos de arroz; 14.100 ha del Parque Natural de l’Albufera sirven para este cultivo. Terrenos de cultivo, caminos, canales y acequias alcanzan un 70% de la superficie total del área protegida. El cambiante paisaje de l'Albufera a lo largo del año se debe en gran parte a las variaciones en los arrozales: verdes en verano, azules en invierno y marrones en las fases en que la tierra queda al descubierto.

El arrozal nos aporta no solamente un valor económico medido en la rentabilidad del arroz, sino que a la vez nos ofrece biodiversidad y paisaje. De hecho se trata de un uso protegido en el Parque Natural debido a ser una actividad humana compatible con la conservación de la naturaleza.

Los arrozales pueden ser considerados como ambientes acuáticos temporales que mantienen agua durante el verano, momento en el que muchos ecosistemas acuáticos naturales están secos. Multitud de animales utilizan los canales y los campos de arroz como lugar de alimento, cría o refugio. Pasear en verano por el marjal es cruzarse con fochas, pollas de agua y garzas de todo tipo.

Contemplar un amplio paisaje agrícola justo al lado de la ciudad es un lujo que tenemos que aprender a valorar. Un lugar en donde se desarrolla una actividad económica importante para la población de la zona y donde conviven tradición y tecnología.

Arrozales
¿Cómo se hace un campo de arroz?¿Qué es un tancat? ¿Qué es la perellonà ? ¿Cómo está el cultivo del arroz en la actualidad en el PNA? ¿Qué son los ullals?

¿Cómo se “hace” un campo de arroz?, ¿qué es un tancat ?

La mayor parte de los arrozales son terrenos ganados a l’Albufera a lo largo de muchos años del siglo XIX y XX. Después de comprar o arrendar un trozo de lago, se hacía una Glossary Link mota o dique de tierra que sobresalía del nivel del agua delimitando la parcela o tancat. El suelo del campo se elevaba añadiendo más tierra fangosa sacada de algún lugar poco profundo del lago hasta nivelarlo con los campos vecinos. Todo este duro trabajo se hacía con barcas, azadas, capazos de esparto y mucho sudor. Una vez aislado el tancat, ya era posible controlar el nivel del agua dentro de él mediante la utilización de bombas mecánicas, que en un principio estaban accionadas por motores de vapor. Como prueba de ese pasado, podemos observar las chimeneas de ladrillo que todavía se conservan en algunos antiguos motores. Actualmente la mayoría de los motores son eléctricos y el control del agua dentro de los tancats está automatizado.

 Vista aérea de varios tancats

Además de los tancats que se riegan con agua del l’Albufera, están los arrozales de las tierras altas (la marjal alta) que se riegan con agua procedente de los ríos Turia y Júcar. En todos ellos el riego se efectúa de modo colectivo dependiendo de las necesidades del arroz.

¿Qué es la Perellonà? ¿Cuáles son los pasos del cultivo de arroz en l'Albufera?

En un tancat el ciclo del arroz comienza después de la Perellonà, periodo que va de noviembre a enero. Durante este periodo todo el marjal queda inundado; las compuertas de las golas se cierran y el nivel del agua en el lago y en los tancats se iguala. En enero se abren las compuertas y comienzan a bombear el agua con ayuda de los motores para vaciar los campos y poder labrar y nivelar el terreno. Los campos permanecen secos hasta el mes de abril en el que nuevamente se inundan para comenzar el cultivo del arroz. La siembra se realiza a principios de mayo, con semillas de variedades de grano redondo como Bahía, Senia y Bomba principalmente. Hasta finales de la década de los 60, en lugar de la siembra directa se realizaba el transplante de los plantones de arroz desde los Glossary Link planters (zonas donde se sembraba y mantenía el arroz desde marzo hasta mayo cuando éste ya tenía unos 20 cm. de altura) hasta los campos definitivos.

En la primera mitad de agosto los campos se vuelven a vaciar para proceder a la siega del arroz (Ver la sección "Paja de arroz"). La recolección se realiza con cosechadora durante los meses de septiembre y octubre. Tras eliminar la paja de arroz de los campos, en noviembre comienza una nueva Perellonà se vuelven a inundar los campos y así, cubiertos de agua y dando cobijo a multitud de aves, pasarán el invierno.

Vista aérea de la Perellonà

Según las necesidades del cultivo del arroz se debe regular en los tancats el agua que proviene del l’Albufera. Dicha regulación la gestiona la Junta de Desagüe de la Albufera, organismo autónomo en el que participan “todos los propietarios de tierras enclavadas en los antiguos lindes del lago” (definidos por los mojones que colocaron en 1761) y que se rige por unas Ordenanzas y Reglamento Interior que data de 1926. El nivel del agua de l’Albufera se controla a través del sistema de compuertas dispuestas en tres canales artificiales, denominados genéricamente golas. Estas golas son las del Pujol, Perellonet y Perelló.

¿Cómo está el cultivo del arroz en la actualidad en el Parque Natural?

Tras la declaración de l’Albufera como Parque Natural se han tenido que fijar una serie de medidas encaminadas a minimizar el impacto negativo que la actividad agrícola tiene en su entorno (transformación y reducción de hábitats naturales, prácticas agrícolas como la quema de rastrojo, edificación, obra y cimentación de márgenes y canales, etc.). Estas medidas establecen la necesidad de compatibilizar las actividades económicas tradicionales con la conservación de los ecosistemas naturales y sus valores ecológicos y culturales.

El fangueo en un campo de arroz

Por otro lado, muchas de estas medidas de protección aplicadas, vienen dictadas desde la Unión Europea a través de la aprobación de dos Directivas y de las medidas de acompañamiento medioambientales derivadas de la Política Agraria Común (PAC). Toda la superficie arrocera del Parque se ha acogido a este tipo de ayudas que constituyen una parte muy importante en el mantenimiento de la renta del agricultor.

Si quieres más información en:

www.eco-rice.net. Proyecto Life Ecorice
www.albuferadevalencia.com. Guía Normativa del Proyecto Life + Seducción Ambiental

Ullals - Manantiales de agua dulce y explosión de biodiversidad.

Los ullals son manantiales de aguas subterráneas que se localizan en el marjal. Rodeados generalmente por campos de arroz, forman pequeñas lagunas que se han ido reduciendo por la actividad agrícola. La calidad del agua es muy alta por lo que en la actualidad, los ullals son el refugio y reserva de la flora y la fauna de agua dulce que antaño ocupaba cientos de hectáreas en el Parque Natural.

Son en definitiva el recuerdo de los días en que el Lago se extendió sobre lo que ahora son campos de arroz.

Dos ejemplos de estos ullals, el de Baldoví y el de Sants, los podemos encontrar en el entorno de la Muntanyeta dels Sants en Sueca. Ambos han sido restaurados con el Proyecto Life Ullals.

Ullal

Si quieres más información en:

www.cth.gva.es/lifeullals. Proyecto Life Ullals.
www.cma.gva.es/comunes_asp/documentos/agenda/cas/tripticocastellano.pdf. Folleto informativo Proyecto Life Ullas.

La Devesa

Si a l’Albufera todo el mundo la conoce, la Devesa es la gran desconocida. Si el lago tiene 6.000 años, la Devesa también; si l’Albufera existe es porque existe la Devesa que la separa del mar Mediterráneo; si l’Albufera es un lago único, la Devesa es el único lugar que queda donde disfrutar de las dunas.

Desde la desembocadura nueva del río Turia hasta Cullera (límites norte y sur del Parque Natural) hay 30 km de costa arenosa donde el verde de la Devesa destaca entre las urbanizaciones, los bloques de apartamentos, los paseos marítimos y los puertos deportivos.

Paseando por la Devesa reconoceremos a simple vista sus ecosistemas, zonas que se caracterizan por tener unas plantas y animales adaptados a sus difíciles condiciones de suelo, temperatura, humedad, etc. Desde la playa con sus dunas, a una selva impenetrable de lianas, arbustos y árboles; pasando por herbazales y también por cañares junto al agua.

 El bosque de la Devesa
¿Sabias que…?
  • Lo que popularmente se conoce como “la pinada” es la Devesa.
  • En la Devesa habían dunas de más de 10 metros de altura. Ahora las encontramos de hasta 6 metros.
  • La urbanización del Monte de la Devesa la paralizó un movimiento social bajo el lema “El Saler per al poble”.
  • Hay plantas y animales que de todo el mundo, únicamente las podemos encontrar aquí, en esta zona.
  • Las personas acudimos a la playa para disfrutar y las aves, como el chorlitejo, para criar. La compartimos.
  • En una duna las plantas se colocan según su resistencia al viento marino; las hay que están expuestas en la parte que da a la playa, otras en la parte de arriba de la duna y otras detrás, protegidas de este viento.
  • Todo el suelo de la Devesa es arena, con una mayor o menor cantidad de restos de plantas (materia orgánica).

Las playas Las Dunas Las Dunas fijas Las malladas

La playa - Las Playas: naturalmente.

En la actualidad podemos encontrar playas para todos los usuarios: con acceso para vehículos o con acceso peatonal; con servicios de posta sanitaria, duchas o alquiler de sombrillas y tumbonas, o las más naturales e inaccesibles sin estos servicios.

Cada playa es única y únicos son sus usuarios... pues cada uno preferimos una.

Una de las playas del Parque

Sin embargo, si en nuestra visita a la playa sólo pensamos en disfrutar y nos olvidamos del resto, podemos dejar una huella que será costosa de quitar. Cuando estemos en las playas de l'Albufera debemos recordar que estamos en un Parque Natural y cuidarlas como se merece este espacio tan frágil.

¿Has pensado que encontrar nuestra playa limpia cada día implica que o no la hemos ensuciado o que la han tenido que limpiar de madrugada? ¿Que el agua de las duchas es agua potable y que cuando llegamos a casa nos volvemos a duchar? ¿Qué la arena cuando se seca, cae y se quita muy bien?

Llévate a la playa una bolsa para depositar la basura que puedas generar durante tu estancia y luego tírala en un contenedor. Si fumas, necesitarás también un cenicero. Utiliza los senderos y evita a toda costa andar sobre las dunas o arrancar plantitas (hasta las que parecen más insignificantes tienen un gran valor).

Podrás observar que cuanto más al sur de la Devesa estés, las playas se mantienen de forma más natural. Es aquí donde se debe extremar el cuidado. En la zona de playa de máxima protección el Área de Reserva Integral llamada "la Punta", de acceso restringido, ni tan siquiera se realiza la limpieza de la arena para que puedan alimentarse aves como el chorlitejo, dependientes de los insectos que viven de los restos de la orilla.

Las dunas - Montañas de arena junto al mar.

Se puede hacer una duna de dos maneras:

- Dejando trabajar a la naturaleza. Durante años, el viento transportará y acumulará arena alrededor de un obstáculo de la playa (por ejemplo una planta). La montaña irá creciendo e irán apareciendo más plantas, que acumularán más arena… Así se formaron las dunas de la Devesa, hace unos 6.000 años.

- Dejando trabajar a las máquinas. Éstas acumulan la arena disponible dándole forma al montón para que su aspecto sea el de una duna. Después, brigadas de trabajadoras semillarán y plantarán la vegetación que crecerá hasta conseguir una duna natural. Así se han regenerado en los últimos veinte años las dunas que fueron destruidas en la Devesa para urbanizar. (Ver la sección de Gentes y Pueblos de l'Albufera ).

En la Devesa, las dunas que tanto tardó en formar la naturaleza, las arrasaron las personas en pocos años (Proyecto de Urbanización de la Devesa, año 1970) y ahora las vuelven a reconstruir (Proyectos de Regeneración LIFE Duna y LIFE Enebro).

Las dunas, zona de transición entre la playa y la pinada, son ecosistemas muy frágiles donde plantas y animales están adaptados para sobrevivir en condiciones de sequedad y viento. Además de tener gran valor por su biodiversidad, son de vital importancia para la conservación del bosque de la Devesa, frenando el viento que podría quemar los pinos de primera línea.

Duna móvil

¡Una propuesta! Cuando vayas a la playa, acércate a la duna más cercana, ponte cómodo y observa cómo son las hojas, las flores, los tallos y las raíces de las plantas que veas; sigue el ir y venir de los escarabajos por la duna. ¡Te sorprenderá!

Eso sí, piensa que estas dunas no son para tumbarte protegido del viento, ni para jugar a bajarlas corriendo o rodando…

Las dunas fijas - Una pinada salvaje.

Tras la playa y la zona de dunas, encontramos las dunas fijas. Son las dunas más antiguas de la Devesa y aunque se las conoce como “la pinada” no sólo hay pinos. Intentar pasar o atravesar la maraña de arbustos y lianas que crecen debajo de los pinos puede convertirse, muchas veces, en una difícil tarea: arbustos voluminosos, que nos sobrepasan en altura (con las hojas verdes durante todo el año y que, en su mayoría, tienen frutos redondos como bolitas, rojos, negros y naranjas), se enredan con lianas con hojas en forma de corazón (zarzaparrilla) que también trepa por los pinos haciendo una barrera impenetrable y pinchosa. Aún así, es fácil encontrar rincones donde disfrutar de la sombra y el ambiente más fresco en verano o estar recogido en invierno.

Duna fija

Al pasear por los caminos podemos cruzarnos con animales como conejos, perdices, ratones de campo, serpientes…y si tenemos suerte con alguna jineta. ¡Sí! Hay una buena colonia de esta especie de gato gigante viviendo en la Devesa, desde que los árabes las trajeran como mascotas. Si no se dejan ver, podemos buscar sus huellas y rastros, desde los excrementos, restos de comida, nidos abandonados, marcas en la arena, huesos… Por supuesto, todo desde el máximo respeto y cuidado hacia los animales y la zona donde viven.

Las malladas - ¿Inundadas o secas?

Es invierno, caminas por la Devesa y, entre los arbustos y árboles, aparece una zona húmeda amplia que te parece una laguna. Es verano y paseas por la misma zona, pero la laguna ya no está, en su lugar hay arena de color blanquecino como si tuviera sal. ¿Qué es esto?, ¿dónde está el agua?, ¿qué ha pasado?

Acabas de encontrar una mallada. Aunque su suelo es arenoso también tiene limo que lo hace impermeable. En invierno, al llover, la mallada se inunda pero al llegar el verano, el sol va evaporando poco a poco el agua hasta que la mallada se seca completamente.

 Una mallada inundada

Con este cambio de inundada a seca, es de imaginar que las plantas y los animales que viven en una mallada tengan que ser especialistas y estar muy bien adaptados a estas opuestas condiciones de vida. Estos "claros" en medio del bosque, llamados técnicamente lagunas temporales mediterráneas, son lugar de encuentro matutino de muchas especies en busca de un buen desayuno. ¡Ssssssh! No las molestes.